Opinión
Por Agustín Alarcón
agustin-alarcon@hotmail.com
La Argentina se disputa entre un rufián melancólico y el chofer de un Falcon verde.
Estamos todos muy nerviosos, con miedo, con bronca, con impotencia y con incertidumbre porque no sabemos qué puede pasar en el inminente balotaje. Nos mantiene desvelados pensar si volvemos a un Estado manejado por el Mercado o si continúa la locura de la economía que parece un juguete rabioso.
Esta vez me animo a decir con seguridad que el peronista no vota por convicción a Massa, lo vota por miedo a que vuelva la dictadura y se termine de resquebrajar por completo el aparato estatal; que parece sostener nada menos que a la democracia, a la educación pública y a un par de cosas más que funcionan como pueden, pero están.
Son innumerables las contradicciones de Sergio Massa; circulan videos muy raros. No es solo candidato a presidente, es Ministro de Economía de un país con hiperinflación; con una pobreza que trepa por las paredes sin cesar y, la verdad, es que hay un hastío que se vio reflejado en los resultados electorales, donde más del 60% del electorado votó en contra de esta gestión.
Hablar de Milei me da miedo 😨, porque parece representar la intolerancia de una época donde la Argentina sufrió mucho y ya dijo "Nunca Más". Sin embargo, nuevamente en la escena política resurgió este producto televisivo que llegó en un momento donde el peronismo no puede manejar la economía y no tiene líderes como en su momento fueron Néstor y Cristina que tenían una imagen positiva arrasadora.
El capitalismo en su máxima expresión es lo que propone el candidato Javier Milei, que se terminen todos los derechos porque según sus palabras "los derechos no son derechos, porque alguien los tiene que pagar". Entonces, como para él los impuestos son "un robo" propone terminar con todos los descalabros y lujos de los políticos y pasar la motosierra al gasto público en un contexto económico totalmente complejo.
Massa empezó a distribuir préstamos a tasa subsidiada y tuvo medidas que aliviaron temporalmente los ánimos, pero estuvo mucho tiempo como ministro de economía; quizá tendría que haber arrancado antes a conectar con la gente y a brindar estabilidad a la economía; pareciera que se acordó en campaña de pensar en el ciudadano de a pie.
Milei que se mostraba como el nuevo prócer que venía a combatir la casta y subrayaba que con los mismos de siempre no se podía hacer un cambio, se alió con Bulrrich a quien acusó de montonera y de poner bombas en jardines de infantes. El panorama es totalmente alocado, estamos en una verdadera pesadilla; ojalá fuera una pesadilla.
¿Qué pasará en las elecciones? No lo sé, talvez otra devaluación del peso como ocurrió ya en las dos últimas jornadas electorales. La incertidumbre parece dominar la atmósfera. Massa no es lo nuevo y Milei mucho menos, las ideas de Milei hicieron estragos al país con Menem como el comienzo de la debacle; Menem es según Milei el mejor ex presidente de Argentina y Cavallo el mejor ex Ministro de Economía. Ellos son sus referentes. Gane quien gane, ojalá que no pase otra vez; que el golpe a la mandíbula del pueblo no ocurra, porque pareciera que el pueblo solo tiene para elegir con qué salsa quiere ser comido.
